En la parte meridional del Pallars se esconde una de las zonas menos visitadas y conocidas del gran entramado de escuelas leridanas. Es Abella de la Conca, un pequeño pueblo del Prepirineo en cuyas paredes ha nacido un centenar de vías sobre un calcáreo de envidiable calidad. Como suele ocurrir en estos terrenos grisáceos, la escalada se vuelve exigente; en ocasiones, desesperante. LOS cazadares de grado fácil, rápido y barato no se van a sentir muy a gusto al pie de las paredes de Abella. El grado de la zona es ajustado, no regala nada. Si vienes de las escuelas de la región, es aconsejable cambiar el “chip”: acude a escalar vías bonitas en un entorno privilegiado. Tómate unos días de adaptación a la roca; los primeros pegues pueden resultar frustrantes.
Abella de la Conca (Isona)
- Nº de vías
- 45
- Altura máx.
- 60m.
- Altura media
- 25m.
- Vías hasta V
- 0
- de V+ a 6c+
- 60
- de 7a a 7c+
- 30
- de más de 8a
- 10

Acceso
Siguiendo la carretera que une Artesa de Segre con Tremp (C- 1412), al llegar a la altura de Isona, coger la L-511; en el punto kilométrico 3 sale, a la izquierda, el desvío hacia el pueblo de Abella de la Conca..

Dónde dormir
No hay ningún tipo de alojamiento ni en Abella ni en Isona. El refugio de Cellers (Terradets) o Vilanova de Meià son los alojamientos habilitados para escaladores más cercanos. La acampada está prohibida, pero con furgo o vivaqueando con disimulo se puede dormir.

Dónde coger agua:
En el pueblo.

Advertencias:
De momento no existen porque no vienen muchos escaladores. En la zona se ven buitres y rapaces de todo tipo, pero como tenemos muchas paredes no hay problema de cohabitación. Si alguien abre vías en zonas de nidificación comenzarán los problemas. Las montañas del término municipal de Abella están sometidas a las normas de un PEIN. Tened cuidado en epoca de caza (otoño e invierno) con las batidas del jabalí, sobre todo en los sectores del Congost de Gasó.